Skanderbeg. Héroe nacional de Albania.

 

Gjergj Kastrioti, Skanderbeg, el héroe nacional de Albania

 

Retrato de Gjiergj Kastrioti de 1466. Único retrato original que se conserva. Galería Degli Uffizi, Florencia.

Para los albaneses Gjergj Kastrioti, Skanderbeg, está considerado como un héroe nacional, con toda la razón. Este hombre detuvo el ataque del omnipotente Imperio Otomano, retrasando la ocupación del área del Adriático durante varias décadas en paralelo con Vlad de Valaquia y Esteban de Moldavia; todo esto ha hecho de Skanderbeg sea uno de los personajes más destacables de la baja edad media en Europa a pesar de su desconocimiento. Repasaremos aquí su biografía y logros al frente de un pueblo que resistió como nadie durante décadas el envite de la mayor potencia de su tiempo.

Infancia

Skanderbeg nació en 1405, en Sine, en la región albanesa de Dibra. Era hijo de Gjon y la princesa serbia Voisava con quien además de Gjergj tuvo cinco hijas y tres hijos. Su padre era  uno de los albaneses más poderosos de la época. Los dominios de Gjon se extendían hasta Gostivar, en la actual Macedonia del norte por el este. Al norte limitaba con el principado de Dukagjin y al sur lo limitaban los Arrianitas y los Topias. En este punto hemos de aclarar que la actual Albania de esta época se dividía en diversos principados sin ninguna unión tanto administrativa como militar.

Como era la costumbre entre estos principados, Gjon cambió su lealtad según el contexto y la necesidad: a veces se convirtió en un aliado de la Venecia católica y otras lo hizo con la Serbia ortodoxa. Pero a fines del siglo XIV, después de la conquista de su país por el sultán Bejazic I, no tuvo más remedio que convertirse en su vasallo, cooperar en campañas de guerra, rendir homenaje apropiado y, según los usos, enviar a sus hijos varones a la corte otomana como rehenes en 1415.

 

Periodo con los otomanos

Durante un periodo de aproximadamente 10 años Skanderbeg recibió entrenamiento miliar en Edirne, lugar donde según la costumbre los hijos de los vasallos otomanos eran educados como leales y obedientes comandantes militares. Pronto comenzó a destacar, tanto por su destreza en el uso de las armas como por su capacidad táctica en el campo de batalla. También lo hacía por su presencia, Gjergj era un hombre alto para su época y de una extraordinaria fuerza.  Se convirtió al Islam, yendo a la batalla como comandante de los ejércitos otomanos. Sus victorias lo hicieron apodado por los musulmanes Alexander Bey, aludiendo al famoso héroe macedonio. De este apodo deriva el nombre por el cual pasó a la historia, Skanderbeg.

Pero también recibió recompensas materiales y el nuevo Sultán Murad II le dio un timar (feudo) cerca de su ciudad natal, algo que lo hizo chocar con su padre porque este era leal al cristianismo y Skanderbeg luchó en nombre de Allah. Más tarde, Murad asignó a este Sipahi (caballero) el mando en la batalla de Nikopol, en Bulgaria. Gjergj aplacó la rebelión organizada entre 1432 y 1436 por varios principados búlgaros contra los otomanos, lo que le valió al año siguiente el título de Subasi (gobernador) del territorio previamente administrado por su padre, el cual murió en 1437. En esta época se le entregó el mando permanente de un ejército de 5.000 caballeros. Colaboró en la campaña contra el famoso húngaro Janos Hunyadi, tomando  en 1440 el título de Sandzak de Nikopol, Bulgaria. Esto hizo tomar un giro radical para su futuro, ser nombrado Sandzak en un departamento lejos de Albania y la muerte de su padre y dos de sus hermanos en circunsatncias nada claras generaron una fuerte desconfianza en él. Después de veinte años al servicio del sultán, el momento de Skanderbeg había llegado.

 

Inicios del levantamiento 

En octubre de 1443, las tropas polacas y húngaras, comandadas por Janos Hunyadi, cruzaron el Danubio y se dirigieron a los territorios del noreste de Albania. Este ejército se componía por integrantes búlgaros, albaneses, serbios y bosnios. El 3 de noviembre de 1443 se enfrentó a las tropas otomanas cerca de Nis, donde Skanderbeg también estuvo presente.

Skanderbeg juzgó la derrota de las fuerzas otomanas en esta batalla como el momento más apropiado para la liberación de las tierras albanesas. Después de reunirse con varios cientos de camaradas de armas, participantes en la batalla de Nis, y acompañado por su sobrino, Hamza Kastrioti, Skanderbeg se dirigió hacia el Principado de Kastriot. Durante el camino, se detuvo en Diber, inmediatamente reunió a los líderes del país y les mostró el plan de acción. La mayor parte de sus camaradas comenzaron a esconderse en las afueras de Kruja, y él mismo compareció ante las autoridades otomanas en esta ciudad con una carta falsificada en la que Murad II le otorgaba el control de la misma.  

Gracias a este engaño consiguió hacerse cargo de la ciudad de Kruje. Sus camaradas tuvieron acceso al castillo y consiguieron acabar con la guarnición otomana.

El 28 de noviembre de 1443 se alzó la bandera con el águila bicéfala en lo más alto de la ciudad. Tras la toma de Kruje se desplazó a Petrela, Preza, Guri i Bardhë, Svetigrad y Modri. Este levantamiento abarcó todo el norte y centro del país. Abrazó nuevamente la fe cristiana, e impulsó la Liga de Lezhë el 2 de marzo de 1444, donde agrupó a todas las familias de la nobleza albanesa bajo su mando.

Asamblea de Lezhe

Pintura dónde se represanta la firma del tratado de Lezhe, por el cual, los príncipes albaneses se comprometian a la liberación de Albania contra los otomanos.

Como ya hemos destacado Kastrioti se reunió con varios de los príncipes y nobles albaneses para comenzar el camino hacia la unificación, tan necesario para poder resistir al mayor de los ejércitos de su época. Esta unión es el germen de lo que hoy conocemos como Albania, de ahí su importancia.

El 2 de marzo de 1444 en la catedral de Shën Kollit se celebró la primera asamblea nacional. A esta asamblea asistieron Skanderbeg, Gjergj Arianiti, Andrea Topia (junto con sus dos hijos), Gjergj Stres-Balsha, Nikolë y Pal Dukagjini, Teodor Muzaka i Riu (y algunos otros miembros de esta familia), Lekë Zaharia, Pjetër Espanja (junto con sus cuatro hijos), Lekë Dushmani, Stefan Gojçini y muchos otros.

En el discurso de apertura, Skanderbeg como presidente de la misma destacó la necesidad de una fuerte unión para resistir ante el enemigo común.

Se decidió que esta unión tendría que tener forma de tratado, una alianza militar con Skanderbeg como comandante de su ejército, conformado por las tropas pertenecientes a todos los principados integrantes. Para cubrir los gastos necesarios para su mantenimiento se creó una caja común alimentada por las cuotas aportadas por los miembros de la alianza, con Skanderbeg como administrador de la misma.

Organización del ejército.

Como ya hemos destacado, Skanderbeg era su comandante en jefe, asesorado por su consejo de guerra, el cual estaba integrado por los comandantes más destacados, los cuales por lo general salían de la nobleza.

Parte de su estrategia consistía en evitar que los otomanos saqueasen las zonas liberadas del país, para esto crearon el sistema de protección de fronteras. Cuando los otomanos conseguían adentrarse en el territorio las tropas fronterizas se retiraban y se unían al resto del ejército para la defensa. De tal manera que cuando los otomanos asediaban alguna de las ciudades el peso de la defensa no recaía sobre las tropas confinadas en la ciudad, sino en las exteriores, con Skanderbeg al mando.

Se utilizaron diversas tácticas durante su mando, utilizando caballería ligera e infantería. Se cortaron rutas de suministro, atacando a las caravanas, la recopilación de datos de naturaleza operativa, estratégica y táctica de sus enemigos, así como el tamaño de sus ejércitos y su velocidad de movimiento y organización. Todo esto lo logró teniendo informadores incluso en el centro del imperio otomano.

Skanderbeg, consciente de que no podía resistir a un enemigo tan poderoso de una manera convencional, dispersó a su pueblo en varios contingentes móviles con los que libró una guerra de guerrillas, en la que el enemigo estaba en superioridad. No disponía de más de veinte mil soldados, pero estaba favorecido por un territorio montañoso, lo que impidió el despliegue de grandes masas de soldados por parte de los turcos. Sin embargo, su control se limitaba a un área reducida porque la parte sur seguía siendo leal al Sultán y parte del norte estaba bajo la órbita veneciana.

Lucha contra los otomanos

Escena de la batalla Ujit te Bardhe en 1457 

Tras la victoria de los albaneses en la batalla de Torviol de 1444, en la región de Dibra, el liderazgo de Skanderbeg se consolidó entre su pueblo. A esto le siguieron diversas victorias. En 1445 dos ejércitos otomanos fueron derrotados consecutivamente, tanto en Mokra como en la región de Dibra, también destaca la victoria de Oranik, igualmente en Dibra. Todas estas victorias consolidaron a Skanderbeg y Albania un bastión anti-otomano a nivel internacional, lo cual le valió el título a Kastrioti de Athleta Christi.

En medio de este periodo hay que destacar los conflictos con Venecia, uno de los más poderosos estados del Mediterráneo de la época, entre 1447 y 1448. El estado veneciano trató de aprovechar la tensión en esta parte de los Balcanes para acrecentar su poder tomando posiciones avanzadas en el interior de Albania. Esto provocó el asedio de Durres y el ataque a Shkoder, los cuales eran posesiones venecianas, por parte de los albaneses. En 1448, el hostigamiento constante por parte de los otomanos forzó a Skanderbeg a firmar la paz con los venecianos el 4 de octubre de ese mismo año.

Ya en julio 1450 se produjo el primer asedio de Kruje por parte de Murad II, este se produjo en el marco de una gran campaña otomana, donde participaron 100.000 hombres. Los albaneses presentaron una heroica defensa del castillo mientras Skanderbeg atacaba en el exterior desde diversos frentes a las tropas enemigas. Esta táctica provocó la retirada de los otomanos a mediados de octubre.

Alianza con la Corona de Aragón

Retrato de Alfonso V de Aragón.

Tras esta eventual derrota de los otomanos la situación albanesa estaba muy deteriorada, la victoria había tenido un alto precio. El castillo de Kruje había sido casi destruido, los campos quemados y el hambre amenazaba la supervivencia de su pueblo. Habían sido 6 años de guerra ininterrumpida, muchos hombres habían perdido la vida y había que reorganizar defensas, reconstruir fortificaciones y alimentar al pueblo, además las arcas estaban vacías tras tanto conflicto.

Skanderbeg sabía que sin ayuda externa sus aspiraciones de contener a los otomanos con Mehmed II al frente, el cual sucedió a su padre Murat II tras su muerte, no podrían llegar muy lejos.

En este punto Skanderbeg busco ayuda en Alfonso V, el magnánimo, rey de Aragón y Nápoles.

El 26 de marzo de 1451 se firmó la alianza por la cual Skanderbeg se convertía en vasallo de Alfonso. Esto beneficiaba a ambos ya que los albaneses recibirían apoyo para continuar la lucha en forma de dinero y tropas y Alfonso podría socavar la supremacía de los venecianos en los Balcanes y el Adriático.

Esta relación de intereses entre Skanderbeg y Aragón continuó tras la muerte de Alfonso en 1458 encarnada en la figura de su sucesor, Fernando. Los descendientes de Skanderbeg, los cuales se trasladaron a los territorios de la corona de Aragón al sur de Italia recibieron tierras y títulos, lo cual nos demuestra que la alianza fue duradera.

Continúa la lucha

En 1451 tomó por esposa a Donika Arianiti, hija de Gjergj Arianiti, uno de sus aliados, con la cual tuvo 1 hijo, Gjon. Como dato curioso destacaremos en este punto que los restos mortales de Donika descansan en Valencia.

Pero el hostigamiento turco continuaba, algo que no cesó a lo largo de toda su vida.

Continuaron las batallas como la de Modric y Struga (1451), Polog (1453), Oranik (1456).

La batalla de Ujit te Bardhe en 1457 es de una especial importancia y marcó un punto de inflexión en este conflicto, ya que tras la derrota en Berat en 1455 el descontento había cundido en algunos nobles albaneses, tal era así que varios de ellos habían abandonado las filas de la alianza y se habían unido a los otomanos.

Pero vamos a los hechos, tras una maniobra envolvente, el 2 de septiembre de 1457 Skanderbeg derrotó a 80.000 guerreros otomanos en los campos de Ujë Bardhe. La mayoría fueron muertos o tomados como prisioneros.

Siguieron los años, pero también las batallas y las dificultades, creadas tanto por los otomanos como por los venecianos que continuaron con las provocaciones temerosos de perder su poderío en el Mediterráneo central a manos del aliado de Skanderbeg, la Corona de Aragón.

Es este punto llegamos a la primavera de 1463.

Mehmed II enfrascado en la campaña de Bosnia ofreció la paz a Skanderbeg. Este, animado por sus generales la aceptó, hecho por el que tuvo que dar cuentas al Papa Pio II, el cual estaba presionado por los venecianos. Hasta tal punto llegó el interés de Venecia en el asunto que ofrecieron una alianza a los albaneses. Soldados y dinero para reiniciar la campaña. Llegados a este punto el Papa Pío II organizó una cruzada contra los turcos poniendo a Skanderbeg al frente de la misma. Con este acto la guerra contra Mehmed II era inevitable.

En 1466 y 1467 volvieron las hostilidades contra los otomanos y se produjeron sendos asedios al castillo de Kruje por parte de los turcos, los cuales volvieron a ser sofocados no sin dificultades.

Muerte del héroe y nacimiento del mito

Mausoleo de Skanderbeg en la iglesia de Shen Kollit en Lezhe.

El 17 de enero de 1468, George Kastrioti, el héroe que había dirigido el destino de Albania durante 25 años llegó al fin de sus días víctima de la malaria. Fue enterrado en la iglesia de Shen Kollit, en la ciudad de Lezhe. Tras su muerte se produjo un éxodo de unos 20.000 albaneses al sur de Italia, entre los que se encontraba su hijo Gjon y su esposa Donika. Estos albaneses son conocidos hoy en día como Arbreshes, muchos de sus descendientes conservan todavía la lengua y muchas de las costumbres albanesas de la época.

Kruje calló al fin 10 años después y Albania se integró completamente bajo el imperio otomano en el 1490.

Su legado

Imagen de la película "Skënderbeu" de 1954.

Contuvo el avance otomano durante décadas llamando a la unión de lo que hoy conocemos como Europa y fue un destacado estratega que demostró un gran talento tanto político como militar.

Gjergj Kastrioti sembró el germen de la actual Albania, dando a los albaneses sentimiento de patria no conocido hasta entonces, unificando gran parte de su territorio bajo una sola bandera. Este sentimiento se recuperó tras la caída del imperio otomano y la llegada de la independencia albanesa de 1912.

Su figura ha inspirado diversas obras tanto en el cine como en la literatura albanesa.

En la imagen, escudo del Club de futbol Skënderbeu, uno de los más prestigiosos de Albania y etiqueta del coñac Skënderbeu

 

 

 

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